Ciudades inteligentes: Una evolución necesaria ante la aparición del Covid-19

La implementación de sistemas inteligentes que integren el Internet de las Cosas (IoT), el big data y la inteligencia artificial en las urbes, se vuelve aún más importante para el manejo de crisis, como la generada por el Coronavirus.

Desde hace unos años se ha instaurado el concepto de smart cities y cómo pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas en múltiples aspectos, tales como la seguridad, movilidad, eficiencia de gobierno y salud, entre otras. Esta modalidad de gestión de ciudades ha tenido un inicio tímido en la región, pero la coyuntura actual ha llevado a los países a poner en su agenda el desarrollo de estas tecnologías, las que serían capaces de contribuir a la superación de emergencias.

Las ciudades inteligentes brindan la posibilidad a los gobiernos nacionales y locales obtener información efectiva en tiempo real. Esta premisa es aplicable en situación de crisis, ya que obligan a apuntar a la evolución de nuestras urbes, aprovechando la tecnología asociada a herramientas como big-data, inteligencia artificial e Internet de las Cosas, dando la oportunidad a los alcaldes y gobernadores de obtener información detallada, central, unificada y en tiempo real que les brinda el panorama para tomar decisiones acertadas, oportunas y hasta para predecir problemáticas.

Por ejemplo y en línea con lo anterior, SONDA ofrece actualmente una solución de cámaras térmicas que detectan la temperatura corporal de las personas y pueden instalarse en puntos críticos como sistemas masivos de transporte (aeropuertos, terminales o sistemas de buses BRT) o en sitios como supermercados, servicios de salud, entidades del Estado, etc., con el propósito de medir la temperatura de las personas y detectar e informar con una gran precisión si está más alta de lo normal; además las mismas cámaras hacen reconocimiento facial para identificar en particular a una persona, algo con una utilidad bastante alta en los momentos que vivimos.

La solución agrega la ventaja de evitar el contacto físico, en otras palabras, analiza sin ser invasiva, esto la hace eficiente y aún más, cuando cada cámara tiene la capacidad de monitorear hasta 30 personas de manera simultánea, con una precisión de medio grado. Con la plataforma de gestión de SONDA que se interconecta con dispositivos de IoT, se complementa la administración de la información que, al cruzar los datos con la aplicación de inteligencia artificial, le permite a mandatarios, autoridades y empresas, tomar las determinaciones necesarias.

Más allá de las crisis, este tipo de sistemas como las cámaras, deben ser parte de todo un ecosistema que se debe ir robusteciendo con más dispositivos, que no son sólo útiles para ayudar a evitar la expansión de Covid-19, sino que seguirán dando un beneficio a las ciudades en materia de seguridad y movilidad, entre otros aspectos. Todos ellos se deben integrar a una gran plataforma de gestión de incidentes que, es a donde creemos que deben apuntar los alcaldes y las ciudades; lograr un alto nivel de interconexión de todos los dispositivos que transmiten información, para reportar los datos de manera centralizada y además permitir la interacción para dar respuestas rápidas.

La plataforma, permite además desarrollar modelos estadísticos confiables, recopilando data -por ejemplo- de los sitios donde se presentan gran cantidad de incidentes (movilidad o crímenes) y clasificarlos por días, horas y causas, después de que han sido debidamente atendidos. Esto es lo que permite hacer planes de mejoramiento continuo y detectar con una simple visión de cuadros y gráficos en dónde están los eventos más representativos que requieren acciones inmediatas del gobierno.

Comunicación bidireccional

Otra de las grandes ventajas de la transformación a ciudades inteligentes, es la capacidad de abrir canales bidireccionales de comunicación entre ciudadanos y gobiernos, ya que las herramientas no sólo permiten conocer lo que está pasando en tiempo real, sino que facilitan interactuar con las personas, incluso logrando la inclusión de trámites digitales con entidades, algo que es muy útil, ya que a través de estos canales, los ciudadanos podrán reportar incidentes y eventos que ocurren en las calles y recibir información oficial de la ciudad.

Soluciones a los desafíos

Todas las ciudades en el planeta tienen sus retos particulares, por eso, las soluciones se plantean para resolver los inconvenientes que enfrentan los alcaldes o gobernantes, y también los del sector privado. Aunque son muchísimas las aplicaciones, los principales retos son: La seguridad, gestión ambiental, movilidad y salud pública; en esa medida, cada evento genera sus indicadores y permite gestionar los resultados.

Grandes empresas de tecnología como SONDA se preocupan por entender los retos que nos transmiten los líderes de las organizaciones y entidades, y a partir de juiciosos análisis entregamos las herramientas más idóneas en forma de solución integral para apoyar el mejoramiento y una verdadera transformación digital. Es imperativo aprovechar la multiplicidad de dispositivos móviles y fijos de IoT que tienen las ciudades para que se interconecten a una plataforma que procese tan grandes volúmenes de datos y los conviertan en información oportuna para toma de decisiones.

Para concluir, las smart cities y los dispositivos IoT asociados, como las cámaras de detección de temperatura corporal y reconocimiento facial, aprovechan los avances de la inteligencia artificial, porque de esa manera es que la información recopilada (rostros y temperatura en ese caso) aplicando altos niveles de procesamiento, ingeniería y cómputo, permiten lograr respuestas en tiempo real, por lo que SONDA está trabajando con los más grandes fabricantes de estas tecnologías en el mundo para ofrecer la mejor calidad de equipos y sistemas.